Hacía falta hacer esta inversión  para aumentar la producción y la capacidad de almacenamiento en la fase de maduración de la quesos y, por supuesto, la conservación del producto.

Rafael Olleta, Director General de Aspace

Queso de Roncesvalles: el primero del Camino

Roncesvalles, uno de los enclaves turísticos más significativos de Navarra y línea de salida del Camino de Santiago, recibe cada año a miles de peregrinos y visitantes. Además del indudable valor histórico y religioso de la Colegiata, este bello municipio situado al norte de la Merindad de Sangüesa, recoge la tradición y el gusto por una gastronomía autóctona, genuina, natural. Como el queso proveniente de sus rebaños de ovejas: el queso Roncesvalles.

En el año 2010, la Fundación Aspace para el Empleo, recogió el testigo del maestro quesero de la Colegiata que se jubilaba. Con el beneplácito del entonces Prior y hoy Obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, Aspace tomó las riendas del negocio y lo abrió a la venta directa.

La quesería se abastece de pequeños productores de leche de la zona, generalmente de oveja latxa, y de la finca de producción ecológica y de investigación INTIA, situada muy cerca de la propia Colegiata.

Hoy, seis años después de aquella primera gran inversión y, debido a la demanda de producción, hacía falta ampliar las instalaciones y renovar las cámaras.

Hacía falta hacer esta inversión para aumentar la producción y pasar de los 12.000 a los 16.000 kg de queso al año. En concreto, las cámaras que hemos puesto en marcha con la ayuda de Fundación Geoalcali han servido para aumentar la capacidad de almacenamiento en la fase de maduración de la quesos y, por supuesto, la conservación del producto.
Rafael Olleta, Director General de Aspace

Tras el mostrador, seis personas con discapacidad de la zona, trabajan orgullosas de saber que el fruto de su esfuerzo será saboreado por personas de todo el mundo.

“Con el apoyo de la Fundación, – asegura Olleta – la plantilla aumentará en unas dos personas más”.

Empleo digno, estable y en su zona de residencia para personas que requieren de ayuda.

Ese es el fin último del convenio suscrito entre Aspace Navarra y Fundación Geoalcali y que se suma a los ya establecidos entre ambas instituciones para dar un respiro al año a las familias que atienden a personas con discapacidad, para la mejora de las instalaciones de la planta de reciclado de Aoiz o para fortalecer el denominado Método Peto, sistema que integra estrategias educativas y pedagógicas en el campo de la neuro-rehabilitación.

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