Lorenea, un edificio ecológico situado en la localidad navarra de Noain, es mucho más que una construcción con espíritu verde, es toda una filosofía de vida entregada a los demás a través del cultivo de la tierra y el amor a la naturaleza. La institución que gestiona Lorenea, Fundación Varazdin, y Fundación Geoalcali han llegado a un acuerdo para trabajar juntos en pro de una educación más ecológica y una alimentación más saludable.
Para Carlos Zapata, Gerente de la Fundación Varazdin, el acuerdo con la Fundación Geoalcali “es el apoyo que nos faltaba, el que nos da la estabilidad”.
Lorenea, el Centro Municipal de Interpretación de la Jardinería y Horticultura ecológica que el Ayuntamiento de Noáin (Valle de Elorz- Navarra), tiene junto al Parque de los Sentidos, comenzó su andadura en el año 2010, a través de la Fundación Varazdin. Se trata de un edificio singular, de planta circular, y de alrededor de 200 metros cuadrados de superficie, que alberga la Oficina Municipal de Cambio Climático y el Centro de Acogida de los visitantes de un parque por el que pasan cerca de 80.000 personas al año, de ellas más de 10.000 participando en alguna de las múltiples actividades que organiza Lorenea.
El edificio, una obra singular diseñada por el arquitecto Iñaki Urkía muestra en su interior un ambiente amable, acogedor. Su principal seña de identidad es que está basado en la construcción bioclimática pasiva que procura, con muy pocos medios técnicos, el ahorro y la eficiencia energética.
Además, cumple dos objetivos básicos: la reducción de la huella de carbono; y la gestión de la sostenibilidad municipal a través de la oferta de servicios ambientales a la comunidad. El edificio se ha convertido en un espacio de referencia para todas las actividades que el Área de Jardinería y Agenda 21 del Ayuntamiento de Noain – Valle de Elorz viene desarrollando durante los últimos años gracias en gran parte al empeño y la constancia del responsable del área, Mikel Baztán. Fue él quien supo ver en la Fundación Varazdin el socio ideal para conseguir poner todo ese trabajo al servicio de las personas además de ser un gran apoyo en el día a día, a través del ayuntamiento, del proyecto en Lorenea.
Varazdin y Lorenea, un tándem perfecto
La misión de Fundación Varazdin es dar una oportunidad a quienes creían tenerlo todo perdido. Su obsesión, devolverles al mercado laboral. Se dedican a ello desde el año 2000 y a fe que lo han conseguido. Gracias al trabajo de esta fundación, cientos de personas en riesgo de exclusión social han vuelto a sentirse útiles y lo que es más importante, han encontrado un puesto de trabajo. Muchos de ellos son mayores de 50 años con más de un año en el paro, aunque también personas que han sufrido problemas de violencia de género, consumo de drogas, pertenecientes a minorías étnicas, etc.
Ese y no otro es el leitmotiv de Varazdin. “Si no pudiéramos hacer esta labor, no tendría ningún sentido el proyecto”, aseguran casi al unísono Carlos Zapata y José Javier Goikoetxea Barberena “Goiko”. Zapata es el Gerente de la Fundación Varazdin y “Goiko”, el que, en términos empresariales, podría denominarse Director General de Lorenea. Juntos entraron en Varazdin y juntos trabajan en Lorenea, por encargo del ayuntamiento, desde hace cinco años.
Goiko, que como Zapata provenía del mundo de la automoción, encontró en Lorenea la horma de su zapato. Él es el encargado de guiar al visitante, organizar los cursillos, formar a los trabajadores… Siempre amable, extrovertido, deseando ayudar y enseñar sus infinitos conocimientos, acumula muchos años de experiencia en la gestión de personas: “Cuando ya están formadas y empiezas a ver el fruto de tu trabajo con ellos, se tienen que ir. Ese es un hándicap con el que tenemos que convivir, pero también es nuestra razón de ser”. Es el método con el que trabajan en la Fundación. Las personas que pasan por Varazdin, ya sea en Lorenea, o en cualquiera de sus centros de ocupación, tienen tres años para formarse y para aprovechar al máximo la oportunidad que se les sirve. La mayoría de ellas lo consiguen…