La Mancomunidad de las Altas Cinco Villas y Fundación Geoalcali llegan a un acuerdo de colaboración para acercar las nuevas tecnologías a todos los ciudadanos de la comarca.
“Se trata de ganar en calidad de vida, de facilitar las cosas”. Así resume Mercedes Zorroza, concejala de Sos del Rey Católico y profesora de Nuevas Tecnologías, el acuerdo alcanzado entre la Mancomunidad de las Altas Cinco Villas y Fundación Geoalcali para la extensión del programa E-learning a todos los pueblos de esta comarca aragonesa.
Un convenio especialmente dirigido tanto a jóvenes como a mayores, ya que servirá, por ejemplo, para algo tan sencillo como evitar que personas de avanzada edad tengan que desplazarse varios kilómetros sólo para poner al día la cartilla del banco. Mercedes Zorroza, su profesora de nuevas tecnologías, podrá, a partir de ahora, enseñarles a hacerlo desde casa a golpe de click. Para ello, con el apoyo servido desde Fundación Geoalcali, la Mancomunidad podrá ampliar los horarios de este servicio y adquirir parte del material informático necesario.
Hasta ahora – cuenta Merche – sólo podíamos proporcionar esta formación en Sos del Rey Católico y Uncastillo. Gracias a este acuerdo, los habitantes de Isuerre, Undués de Lerda, Bagüés, Longás, Navardun, Lobera de Onsella y Pintanos, todas ellas localidades de la comarca, van a poder recibir este tipo de formación sin salir del pueblo.
El acuerdo se enmarca en la política que guía la Responsabilidad Social de la empresa y que se sustenta, entre otros, en un pilar fundamental para Geoalcali como es el desarrollo social y económico de su entorno de trabajo.
De momento, son las casas consistoriales las que acogen las clases, fundamentalmente porque es allí donde se encuentra accesible la instalación wifi de internet. Y no en todas. Localidades como Los Pintanos todavía esperan recibir a comienzos del año próximo la señal de la red vía satélite, la opción más costosa, pero la única viable para una zona castigada por la despoblación y necesitada de incentivos empresariales que ofrezcan un futuro.
Aquí – asegura Zorroza – se mira el proyecto de la mina con prudencia pero con esperanza. La población ha ido menguando y algunas localidades apenas alcanzan ya los veinte habitantes en invierno. Este tipo de ayudas contribuirán al mantenimiento de la población y a algo muy importante para nosotros, que se sepa que existimos.