La aizkora o corte de troncos con hacha, es una de las modalidades más duras y espectaculares de las muchas que componen el deporte rural vasco. El aizkolari ha de estar dotado de mucha fuerza y de una buena preparación. Las sesiones de corte en algunos campeonatos pueden llegar a las dos horas de duración sin descanso.
Por eso no es habitual que, superados los 30 años, alguien decida dedicarse en cuerpo y alma a este deporte. Claro que, si su padre ha sido uno de los aizkolaris más importantes de la historia de este deporte, la vocación, aunque tardía, se entiende un poco mejor. Este es el caso de Mieltxo Mindegia, vecino de la localidad de Santesteban – Doneztebe, que a sus 35 años, y con poco más de tres en el circuito, se encuentra ya entre los mejores cortadores de troncos de Navarra.
Empecé tarde, pero las circunstancias de la vida (en esos momentos se encontraba en paro) me llevaron a coger con ganas el hacha. Este es un deporte muy sufrido, por eso hay que entrenar y trabajar duro. Yo tuve incluso que ponerme a dieta. Ahora, aunque tengo margen de mejora, estoy contento con los resultados.
En la aizkora se emplea la medida denominada onza o pulgada, mediante la cual se mide el perímetro del tronco. Aunque en los campeonatos se utilizan los de 54 o 60 pulgadas, los troncos cortados pueden llegar a superar las 100. Para partirlos, se suele usar la denominada hacha australiana, más ligera y afilada que la que se empleaba hace décadas por estos lares. Los australianos, como los canadienses o los neozelandeses han sido históricamente grandes cortadores de troncos.
La aizkora, aunque bello, sigue siendo un deporte minoritario y su práctica a un nivel competitivo es cara. La madera, generalmente de haya, escasea. Por eso su precio ha aumentado considerablemente.
Debe ser una madera recta, sin nudos, y al ser de haya, cuesta el doble que cualquier otra. A esto hay que añadir muchas veces el transporte, o incluso el alquiler del frontón. Esta es una afición cara. Nadie gana dinero con ella
Mindegía pide más apoyos al deporte rural vasco y en concreto a la aizkora:
Cada vez hay menos exhibiciones, los ayuntamientos tienen menos dinero y eso se nota porque lo dedican a otro tipo de espectáculos menos costosos. Este deporte debería estar más apoyado por todos, instituciones, empresas y medios de comunicación
Por eso valora tanto que Fundación Geoalcali se haya fijado en él patrocinando su material deportivo y respaldando así este deporte tan arraigado en el norte de Navarra. “Que empresas privadas nos apoyen – concluye Mindegia – es fundamental. Estoy muy agradecido por esta ayuda”.