Una vez más, la localidad de Liédena, perteneciente a la comarca de Sangüesa, vuelve a ser ejemplo de oferta cultural y deportiva. Al impulso que desde el ayuntamiento se ha querido dar al ámbito cultural, con actuaciones decididas sobre su pasado romano, el trazado del antiguo tren del Irati o la recuperación ecológica del Mirador de la Súbita, se suma ahora un amplio elenco de actividades deportivas abiertas a todo el público, aunque aprovechadas especialmente por los mayores.
Con la ayuda de Fundación Geoalcali, el consistorio ha echado a andar este año una serie de actividades dirigidas al mantenimiento físico y cuidado de la salud de sus vecinos.
“Queremos que la gente sienta el pueblo, pero sobre todo que los mayores tengan motivos para salir de casa y, de paso, mejoren su vida social y, por lo tanto, su calidad de vida”.
Ricardo Murillo, alcalde
Así lo explica el alcalde, Ricardo Murillo, convencido de que esta es la manera de trabajar en pos de un pueblo dinamizado y vivo y agradecido a la colaboración de la Fundación que ha financiado gran parte del material que se emplea en las clases.
Talleres de memoria o de cómo envejecer con salud, por la mañana, y clases de gimnasia, tonificación e incluso zumba o yoga, por la tarde, conforman la nutrida oferta de actividades impulsadas desde el ayuntamiento liedenés y toman el relevo a otras, como el aquagym, desarrolladas durante los meses de verano.
Al frente de la coordinación de todos estos eventos, Miguel Oliver, un amante del deporte y los hábitos saludables que contagia su entusiasmo a la hora de explicar la acogida que han tenido por parte de los vecinos:
“Están encantados. Si pusiéramos más actividades, se completarían todas”.
Miguel Oliver, coordinador
Y así es. Mover cada día a decenas de personas, alguna de ellas pasada la ochentena, y en un pueblo de apenas 300 habitantes no es fácil. Talleres de informática, redes sociales… En Liédena hasta los más pequeños cuentan con una zona recreativa con videojuegos. A pesar de todo, Miguel insiste “aunque la mayor parte es gente mayor, están abiertas a todos los públicos”. Y a todos los pueblos de la comarca porque, aunque lo organiza Liédena, hasta su Centro Cultural y Social se acercan cada día vecinos de otras localidades cercanas como Sangüesa, Yesa o Javier.
No hay duda. Liédena se mueve y no quiere perder el ritmo diario que le convierte en un pueblo vivo, sano, abierto y acogedor.